20:48

En manos del Señor


Lo que quiero comenzar a aportar en este blog es cómo debe amarse una mujer, a la luz de lo que dice la Palabra de Dios.
El Señor ha revelado a mi corazón la transformación que una mujer cristiana, amante de Dios, puede experimentar.
La belleza y pureza que el Señor espera de su Novia es también la que como mujeres debemos anhelar y guardar. El estar preparadas en todo momento, con lámparas llenas de aceite y vestidos resplandecientes, no sólo debe expresarse en nuestro interior. Es importante que nuestros rostros sean el reflejo de la forma en que Dios ha hermoseado el corazón.