Lo que quiero comenzar a aportar en este blog es cómo debe amarse una mujer, a la luz de lo que dice la Palabra de Dios.
El Señor ha revelado a mi corazón la transformación que una mujer cristiana, amante de Dios, puede experimentar.
La belleza y pureza que el Señor espera de su Novia es también la que como mujeres debemos anhelar y guardar. El estar preparadas en todo momento, con lámparas llenas de aceite y vestidos resplandecientes, no sólo debe expresarse en nuestro interior. Es importante que nuestros rostros sean el reflejo de la forma en que Dios ha hermoseado el corazón.
Promesas de Dios cumplidas
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2 Crónicas 22:10 - 23:3
"Cuando Atalía madre de Ocozías vio que su hijo había muerto, tomó medidas
para eliminar a toda la familia real de Judá.
Pero Jos...
Hace 15 años